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LA TORTURA

OPINION DE ISABEL MIRANDA DE WALLACE 
SOBRE LA TORTURA 
(Tragaluz 26/04/2012)





En Twitter, el  27 de junio del 2015 : 



La torturan en nombre de Isabel Miranda de Wallace
Zocalo, 21/05/2014

México, DF.- Brenda Quevedo Cruz asegura que fue torturada, por primera vez, en el Centro Preventivo de Readaptación Social de Santiaguito de Almoloya, en el Estado de México, la noche del 27 de noviembre de 2009 a las 19:00 horas, cuando una custodia la llevó a una sala de audiencia. 

Al llegar a dicha sala, ella refiere “que al abrir la puerta vio a tres hombres volteados hacia la ventana. Recibieron una orden, se pusieron el pasamontaña y fueron hacia ella”, cuenta Enriqueta Cruz Gómez, madre de Brenda Quevedo Cruz, al Toque de RNW, y añade que por más que Brenda le pidió a la custodia que la llevaba del brazo que no la dejara sola, ésta hizo caso omiso. 

Una vez dentro, continúa Cruz Gómez, asegura que los hombres le preguntaron si ella sabía de parte de quién venían, ante lo cual Brenda respondió que de parte de la señora Isabel Miranda de Wallace. Inmediatamente la empezaron a insultar, después le pusieron una bolsa en la cabeza y la comenzaron a asfixiar.

Según Brenda Quevedo, los agresores le advirtieron que no intentara gritar porque todos estaban de acuerdo, desde el director del Penal hasta los vigilantes, por lo que nadie la escucharía.

“Le jalaban los cabellos, le ponían cerca una grabadora y le decían que estaban ya cansados de sus tonterías y si le quitaban la mano de la boca y decía una estupidez le iba a ir peor. Ella empezó a llorar y ellos volvieron a pegarle, a taparle la boca y le gritaban que no se hiciera la valiente, ya que le iba a ir peor y que se iban a quedar toda la noche”, narra Enriqueta Cruz.

Sangre con VIH

Asimismo, asegura que los hombres la amenazaron con que iban a sacarla del Penal y luego empezaron a tocar sus genitales y los pechos con brusquedad. Después le mostraron una jeringa con un líquido rojo y le afirmaron que era sangre infectada con VIH y si no les decía que ella era responsable del secuestro, al igual que los demás implicados, se la iban a inyectar cada mes hasta que firmara la confesión de que ella era responsable del secuestro, cuenta la madre de Brenda Quevedo, y añade que esta táctica transcurrió a lo largo de hora y media, hasta que los vigilantes del Penal tocaron a la puerta.

La segunda ocasión en la que Brenda Quevedo Cruz asegura que fue torturada, fue el 13 de octubre de 2010 al mediodía, en las Islas Marías. Afirma que entre cinco y seis hombres fueron al lugar donde se encontraba incomunicada, una casa a medio construir. La tortura, asegura Cruz Gómez, “fue tremenda, independientemente de los golpes, el agua en la nariz, de las bolsas de asfixia, fue una violación”, y añade que Brenda asegura que ella sentía que algo le metían en la vagina mientras estaba esposada. 

Al cabo de un tiempo los hombres se retiraron, pero antes de irse uno de ellos le dijo a Brenda que repitiera la razón por la que ella estaba ahí, ella respondió que era por el secuestro de Hugo Alberto Wallace y el hombre respondió: “¡No, para ti es el señor Hugo Alberto Wallace!”, acompañando sus palabras de un fuerte golpe en la cara de Brenda.

“Por todo lo que le hicieron; el ahogamiento, los toques eléctricos, la bolsa, la amenaza y la violación. De todo esto, obviamente sí quedó muy afectada mi hija, eran ya dos torturas”, explica la madre de Brenda.

Brenda fue trasladada a las Islas Marías a pesar de que aún no tiene sentencia. Para Enriqueta Cruz y su familia fue como si hubiera sido secuestrada y asegura que transcurrieron más de 40 horas antes de que les dijeran a dónde se la habían llevado. 

Enriqueta Cruz Gómez denunció hace un año al ombudsman de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el Doctor Raúl Plascencia Villanueva, ante el actual procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, por omisión ante el caso de tortura de su hija. 

Ella cuenta que cuando Brenda ya había sido reubicada en el penal de máxima seguridad en el estado de Nayarit, después de lo ocurrido en las Islas Marías, empezaron a castigarla sin motivo, por lo que la señora Cruz Gómez empezó a enviar nuevamente solicitudes y quejas a la CNDH. Brenda fue trasladada entonces a un cuarto de castigo llamado “El Apando”, un área muy pequeña de dos por tres metros que tiene un foco, una cámara, el WC y la regadera. 

‘El Apando’

“La veían todo el día como un animal, no la sacaban para nada, señala la madre de Brenda, y añade que estuvo allí dos meses.

“En una conversación mantenida entre Brenda y la psicóloga que la valoró en las Islas Marías, descubrieron que a la CNDH había mentido en un escrito fechado en septiembre de 2011, en el que les informaban que los resultados de la investigación en Islas Marías indicaban que no había ocurrido nada”.

Al escuchar esto la psicóloga dijo que eso no era posible, puesto que ella hizo la valoración bajo los criterios del protocolo de Estambul en julio de 2011 y había salido positiva. “La CNDH ocultó esa información y permitieron que se llevaran a Brenda a ‘El Apando’, el cuarto de castigo”, dice Enriqueta Cruz, y añade que cuando estuvo allí le vino una crisis nerviosa a su hija porque pensaba que la iban a volver a torturar, por eso demandamos al Doctor Plascencia”.

Enriqueta Cruz no puede decir con certeza por qué actuó de esa manera la CNDH, pero sospecha que fue porque ella se enteró a través de la prensa de que Isabel Miranda de Wallace había promovido al Doctor Raúl Plascencia Villanueva para que lo nombraran ombudsman, y además “hemos pensado y se ve muy claro que todo lo que hicieron en 2010 y 2011 fue porque estaba por entregar el Doctor Plascencia Villanueva el premio de Derechos Humanos a la señora Wallace”, señala Enriqueta Cruz. 

En cuanto al estado físico, psíquico y emocional actual de Brenda, asegura que “está saliendo poco a poco” y añade que apenas la integraron en terapia con una psicóloga, pero en realidad está muy sola y se está apoyando en la Biblia. Además, comenta que no le están dando una buena atención médica”.






TORTURA : el caso de 

Brenda Quevedo Cruz

 

PRIMERA TORTURA

FECHA : Noviembre 27-2009.

LUGAR : Santiaguito de Almoloya

A QUIEN CORRESPONDA:


Por medio de la presente quiero que se haga público por lo que estoy pasando, mi nombre es Brenda Quevedo Cruz, tengo 29 años y me encuentro actualmente recluida en el Centro de Readaptación de Santiaguito en Almoloya, Estado de México.


Hace aproximadamente 2 meses, el 26 de septiembre del año en curso fue autorizada mi extradición a México, ya que yo me encontraba en E.U., en Chicago, en el Centro Correccional en detención por el problema en el que me encuentro, actualmente estoy acusada por el supuesto Secuestro del Sr. Hugo Alberto Wallace.


Lo que interesa en estos momentos es una acción en mi contra que ocurrió el día 27 de noviembre aproximadamente a las 7:00 p.m., una custodia de nombre Ma. Luisa Capula Capulo me llamo para decirme que el Director me estaba pidiendo y que tenía que subir, cuando llegamos a la explanada estaban otras personas de vigilancia y le comentaron a la custodia que era que tenía una Audiencia, a lo que yo le digo que eso no era posible ya que mi caso era del D.F. y todo lo tenía por exhorto y que la verdad a mi no me latía y que yo quería que me regresaran, que si había forma de que me negara, y la custodia me dijo que no me preocupara, que ella se iba a quedar conmigo.

En eso me metieron a una supuesta sala de audiencias orales para casos federales en la cual no hay cámaras, esto lo digo porque casi en todos lados en el penal deben de haber cámaras, cuando llegamos a la entrada de la sala veo a 3 personas de espaldas volteadas hacía la pared y como que alguien le dio una seña y se pusieron pasamontañas y cuando vienen hacia mí, yo le grito a la custodia que me tenia del brazo ¡que por favor no me dejara!, en eso me meten a la fuerza y les pido que por favor me digan de que se trataba todo esto, la custodia no entró y ellos cerraron la puerta, luego me contestaron que las preguntas las hacían ellos, y en eso me jalonearon del brazo y yo empecé a gritar que de que se trataba todo esto, ellos me empezaron a tapar la boca, usaban unos guantes las 3 personas y de traje venían vestidos, uno de ellos me agarro y me esposo y otro me coloco una venda en los ojos, yo empecé a gritar pero tenía la boca tapada con la mano de uno de ellos y también cuando empecé a gritar me tapo la nariz y me dijo que si seguía gritando iba a ver cómo me iba.




Después me dijo “ya sabes por parte de quien venimos hija de tu pinche madre!"  Yo empecé a llorar y le dije "Si, de la señora Isabel Miranda de Wallace' y dijeron “Ahora si vas a sentir lo que sintió Hugo el día que lo secuestraron”, después me pusieron una bolsa de plástico en la cabeza y me empezaron a asfixiar, me tiraron al piso y me empezaron a patear en el estomago y a golpear en la cabeza, después me quitaron la bolsa y me dijeron que tenia de dos: o decirles lo que querían o que esto siguiera cada vez peor, que al fin como ya había visto, todos estaban de acuerdo con lo que estaba pasando, desde el Director hasta los de vigilancia y que ni intentara gritar porque nadie me iba a ayudar.

En eso le dije que que quería que le dijera, en eso ellos traían un maletín de dónde sacaron las esposas, unas vendas , unas jeringas, una grabadora, unos papeles, una pluma y una maquina plateada que yo asumo era de toques eléctricos, de esta maleta utilizaron la grabadora, la prendieron y para esto ya me habían quitado la venda de los ojos ya que se me resbalaba, y vi que me ponían la grabadora cerca y me jalaban de los cabellos y me decía uno de ellos que ya se había cansado de mis mamadas y que si me quitaba la mano de la boca y decía una pendejada me iba a ir cada vez peor, me pregunto : “A ver ahora si nos vas a decir en donde esta el cuerpo de Hugo, y nos vas a dar una dirección y te vamos a sacar del penal y si no es, si nos das algo falso, te vamos a torturar hasta que te dejemos irreconocible y vamos a ir con cada uno de tu familia, te los vamos a tirar uno por uno hasta que nos digas lo que queremos, tu hermano esta en Canada no? Entonces ni le juegues al valiente, ya ahora si dime" , en eso me destapaban la cara y les decía “que por favor que qué querían que les dijera, si yo no tenía la información, que querían que no podía inventar nada que por favor me creyeran que si querían me mataran a mi pero que no podía decir algo que no sabía”.

En eso empezaba a llorar y me volvieron a pegar y a tapar la boca y me gritaban "que no le hiciera al valiente ya que me iba a ir peor y se iban a quedar ahí toda la noche y me iban a sacar del penal hasta que pidiera parito”. Me empezaron a tocar mis partes genitales y el busto bruscamente.

Después de esto, sacaron una jeringa la cual tenía un liquido rojo y me dijeron que era sangre infectada de Sida y que si no les decía que yo era responsable en el secuestro al igual que los demás me la iban a inyectar y me iba a morir a la chingada lentamente y todo esto me lo iban a hacer cada mes, hasta que me sacaran lo que querían, que firmara una confesión que yo había sido responsable del secuestro.


Esta técnica siguió el transcurso de casi una hora entre golpes, me ponían la bolsa de plástico, me golpeaban en el estomago, en las piernas, en la cabeza con la mano abierta y me ponían la pluma en la mano para que firmara. 

En eso tocaron la puerta y uno de los encapuchados salió a hablar con los de vigilancia que estaban tocando, como a los 2 minutos regreso y algo les dijo que se apuraron, en eso me pusieron la bolsa de nuevo y me taparon también la boca aparte con la mano y me jalaron de los cabellos hasta el suelo y me dijeron: “Ahora si valió madre si no dices te vamos a sacar del penal, en eso volvieron a tocar la puerta y los 3 tipos empezaron a hablarse entre si y pusieron todas las cosas en el maletín, abrieron la puerta y yo vi a muchas personas de vigilancia, en eso ellos se salieron pero yo empecé a gritar ya que yo creí que me iban a sacar del penal, en eso se salieron y entraron algunas personas de vigilancia, yo entre como en un shock de nervios y empecé a llorar y ellos las personas de vigilancia me preguntaban que qué había pasado, en eso una de las custodias entro con un celular y tomo fotos de mi persona, y les empecé a preguntar “Que quienes eran esas personas, que porque los habían dejado pasar", y me contestaron “Que ellos no sabían, que había una orden desde hasta arriba y que fue el Director el que dio la orden", en eso llego el Jefe de Turno el Sr. Jorge Mercado y me explico que ellos no sabían nada y yo empecé a gritar ¡que no era cierto, ya que los custodios habían visto a las personas encapuchadas y no habían hecho nada!. 

Después llego un medico y me certifico todos los golpes, ya que| el jefe de turno lo llamo. Después de casi dos horas de estar ahí esperando con unos de vigilancia, ya que según el Director quería hablar conmigo pero nunca lo hizo, me bajaron a mi dormitorio, yo pedí una llamada a mi abogada pero me fue negada, ya después yo llame a mi mama regresando al dormitorio.


Con lo anterior, yo quiero exponer el miedo y la impotencia que siento al haber sido golpeada, ultrajada y humillada al igual que torturada, para conseguir una confesión de algo que yo no soy responsable, y también el miedo que tengo por mi seguridad y mi integridad y la de mi familia; por favor pido ayuda, que esto lo sepa toda la sociedad ya que no es justo que las autoridades se presten al juego de esta señora y que si es que creen que somos sospechosos hagan las investigaciones legales y se practique la tortura como medio para conseguir la confesión que quieren

Señalo a la señora Isabel Miranda de Wallace por todo esto, al Director del Penal como responsable de haber dejado entrar a esta gente, y quiero comentar que cuando llegue a México, en el aeropuerto la señora Miranda estaba esperándome y aunque yo no quería, me metieron para hablar con ella y me amenazo, por eso creo que ella es responsable de todo esto.

SEGUNDA TORTURA



FECHA : 13 de octubre de 2010
LUGAR : Complejo Federal Penitenciario de las Islas Marias, Tepic, Nayarit

Carta de Pasiana Enriqueta Cruz a Raul Plascencia Villanueva, presidente de la CNDH


Aportación del folio 79866 

México, D.F., a 18 de enero del 2011. 

DR. RAUL PLASCENCIA VILLANUEVA PRESIDENTE DE LA COMISION NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 

PASIANA ENRIQUETA CRUZ GOMEZ, por mi propio derecho y en nombre y representación de mi hija BRENDA QUEVEDO CRUZ, vengo nuevamente a solicitar y a informar lo siguiente: 

Favor de acudir urgentemente al "Complejo Penitenciario Penal Federal de las Islas Marías", ya que acabo de recibir una carta de mi hija Brenda Quevedo Cruz, donde narra por su puño de la ¡BRUTAL TORTURA! de que fue objeto, la cual se transcribe a continuación: 

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Noviembre 2010 

Hola, antes que nada espero que esta carta llegue a sus manos y llegue pronto, no sé si para cuando reciban esta carta ya haya podido hablar con ustedes, aquí lo que me está pasando está muy mal desde que llegue el 7 de Octubre del 2010, me mandaron a población de sentenciados directamente, antes de eso en la pista del avión cuando llegue me preguntaron que SI 'jo conocía a alguien aquí o tenía alguna causa, yo conteste que sí, y en lugar de llevarme COC (es donde llegan todas, es un campamento de observación) no me llevaron COC, no me llevaron ahí porque estaba Juana Hilda en lugar de eso me llevaron a "Zacatal" campamento de población de sentenciadas, esto fue en lugar hasta el Martes 12 de Octubre estuve en este lugar.


Penal de Islas Marías 


Ese martes 12 de octubre: aproximadamente a las 09:00 horas de la noche, llegó un grupo de marinos y custodias, comandado por el Comandante Javier Jiménez Santana y la Directora del Femenil Ma. Teresa López Avoites, a realizar una revisión en el campamento donde me encontraba, de hecho yo estaba afuera del dormitorio cuando esto sucedió, estaba platicando con una muchacha cerca de una cancha de basquet, nos formaron afuera de cada dormitorio a las que vivíamos en cada cual, quiero destacar que cuando llegue a las Islas, en el avión me hicieron una revisión exhaustiva cuando baje del avión, y otra cuando llegué al campamento y no ,se me encontró NADA, tanto en mi cuerpo como en mis cosas. 

Fue entonces en la noche del 12 de Octubre, a las 09:00 hrs. Cuando la custodia Verónica Chávez Rojas supuestamente encontró en la revisión debajo de mi cama unas pastillas que de hecho no estaban ahí cuando yo hice mi cama en la mañana de ese mismo día, y me dijo ella que eran unas pastillas controladas, salió y le reporto al Comandante Santana, me sacaron, entró la Directora y después me llamaron y me preguntaron de donde había conseguido esas pastillas, yo dije que no sabía ni que eran y nadie me las había dado. Después de eso, me pidieron que me uniformara y me bajaron a la guardia, antes de esto pasamos al hospital a certificarme y después me llevaron a la guardia de seguridad del campamento Valleto y le llaman la "Borracha" donde están los castigados. 

Después de esto la persona que estaba encargada en este lugar de nombre Eisa Aguilar Cárcamo me recibió aproximadamente a las 09:45 p.m., estuve ahí hasta aproximadamente las 03:00 a.m. del 13 de octubre. Me sacan de ahí y me suben a una camioneta pick-up blanca, la custodia Verónica Chávez Rojas; Eneyda Pérez Tiquet, y manejando el Comandante Javier Jiménez Santana, me subieron, yo iba entre las dos custodias y yo preguntaba que a donde me llevaban, no me respondían y solo me dijeron que no hablara, pasaron por la Marina y se subieron unas sillas y una mesa de plástico y aproximadamente 4 marinos en la parte de atrás de la camioneta. 

Manejamos aproximadamente media hora o cuarenta minutos, en lo que yo alcanzaba a ver alrededor (o sea rodeando) la isla, esto lo sé porque yo escuchaba y veía el mar, aunque era demasiado obscuro, claramente yo percibía esto, entonces yo me empecé a poner muy nerviosa y les preguntaba que por favor me dijeran a dónde íbamos porque yo tenía mucho miedo, ya que tenía la experiencia del Penal en donde estaba me habían golpeado y que temía por mi vida y mi integridad física, de hecho empecé a temblar y me empezó a faltar el aire, a lo que el Comandante me dijo que me calmara que él no iba a permitir que me golpearan, que unas personas querían hablar conmigo, que yo sabía que mi caso era muy delicado, yo empecé a llorar le dije que porque me llevaban tan lejos y de noche, y ya no me respondieron nada, solamente me dijeron que por mi bien cooperara y guardara silencio. 

Fue hasta que lleqamos a una zona cerca de un despeñadero al lado del mar habla mucha vegetaclón, no pasamos por nada de casas anteriormente hasta que llegamos a ,una casita de color blanco,…

La casa, en la punta norte de la isla

…nos bajamos ahí, y el Comandante me diio que sI yo llegara a lastimar a alguna de sus custodias me las iba a ver con él, yo le dije que esto no era mi intención, que solamente les pedía que no me dejaran sola, y él con estas palabras textuales me dijo… "Te prometo que no dejaré que te toquen ni un chingado cabello".

En eso me metieron a la casa, todo estaba muy obscuro, pues no había luz en la casa, me metieron las custodias a un cuartito dentro de la casa y me dijeron que iban a cerrar, que descansara ahí había una cobija vieja en el piso, la casa estaba como en obra negra, puesto que los apagadores y algunos detalles todavía ni siquiera estaban instalados, estaba muy obscuro, yo de nuevo les pedí que por favor me dijeran de que se trataba todo eso pero no me respondieron, yo escuche que afuera de la casa se secretaban las Custodias y el Comandante y después él se fue en la camioneta.

Estaba muy oscuro, recuerdo que me quedé dormida en esa cobija en el piso y cuando desperté ya era de día y escuche de nuevo una camioneta llegar, era de nuevo el Comandante, lo vi por una ventana pero no me dejaban salir, vi que de la ventana del otro lado donde había un baño mal terminado se veía el mar y una pequeña isla con una piedra grande, …



…en eso me hablaron para decirme si quería comer algo, y se volvió a arrancar la camioneta, ya no pude hablar con el Comandante, las 2 custodias me abrieron la puerta y me dieron un plato con huevo y frijoles y había una bolsa con manzanas, naranjas y alegrías, también me dieron una bolsa de plástico con agua de horchata, yo no comí más que una manzana, le preguntaba a las Custodias que me dijeran por favor porque estaba ahí, que me dijeran si era un castigo o qué, pero ellas me decían que no sabían tampoco pero que ya no hiciera preguntas porque la orden era que no hablaran conmigo, les pedí llorando que si pasaba algo que por favor no me dejaran sola que tenía mucho miedo, ellas me dijeron que no me iba a pasar nada, que no me podían dejar sola, pero que me metiera de nuevo al cuarto y no saliera, así pasaron las horas hasta aproximadamente 01 :00 pm cuando escuche una camioneta que se estaciono afuera de la casa, me asome a la ventana y alcance a ver una VAN color blanco con los vidrios polarizados, entro la custodia Eneyda Pérez Tiquel y me dijo que me sentara en el suelo y cerró de nuevo, 

Mientras yo estaba ahí sentada, rezando porque no fuera nada malo, abrieron la puerta y entraron 5 o 6 hombres encapuchados, vestían pantalón de mezclilla, zapatos negros y playeras de tirantes blancas, uno de ellos, él que llegó primero me dijo que ya ahora si había chingado a mi madre, que si me acordaba de ellos, que ahora si nadie por mas que gritara me iban a  oír, yo empecé a llorar y a pedirle por favor no me lastimaran en eso me vendaron los ojos y me envolvieron en una cobija todo el cuerpo, me mojaron toda, me quitaron los zapatos y los calcetines, me decían que ya no iban a aguantar mis pendejadas, que ahora si iba ver lo que era bueno, en eso me acostaron en el suelo y me echaban agua en la nariz y en la boca para intentar ahogarme, ya cuando empezaba a vomitar el agua me volteaban hacia abajo y me decían que ya estaban cansados de mis chingaderas, que si no me daba lástima que mi mamá la pagara por mis chingaderas, me decían si es que no era cierto que la acababan de operar de los ojos, que pobrecita que mal y fea se vela con esos lentes tan feos, que ellos la iban a matar el día de la operación o a dejarla ciega, pero luego pensaron que ella no tenia la culpa, me decían también de mi ex esposo Fernando, que ya me había dejado sola, que ya andaba con alguien bien guapa, que así todos me iban a dejar sola, en eso me seguían pegando en la cabeza con la mano abierta, eran 2 los que me hablaban.

A uno de ellos de los que hablaban le reconocl los ojos de color café claros, a otro, que a veces se me montaba encima era de complexión robusta y muy velludo hasta en los hombros, tenia vellos muy negros y también le alcance a ver los ojos, esto fue una vez que de lo mojado, se me resbalaba la venda y me golpeaban en diferentes partes del cuerpo, a veces ya no sabía con que era, no distinguía si era con el puño o el codo o las rodillas, también me metía uno de ellos la mano cerrada entre las piernas muy fuerte, lastimándome hasta sangrarme y me decía que quien me viera así, una puta edecán de cuarta toda miada y greñuda, que valía para pura madre, me preguntaban que si sabia ahora si de parte de quien venían, les decía que sí que de la Sra. Isabel Miranda, y seguían golpeándome en la cabeza y el torso, y me preguntaban que porque ellos estaban ahí, yo les decía que por favor pararan, que yo iba a cooperar, me preguntaban que si sabia porque estaba ahí, yo les dije que por el secuestro de Hugo, en eso uno me golpeo tan fuerte en la cabeza que hasta pensé que me había reventado el oído, puesto que ya no oía nada de ese lado y él me grito "Del Señor Hugo" "para ti".

Me decían muchas groserías, que ahora ya tenían a Jacobo, que el pendejo pensó que nunca iba a salir de su bunker pero que ya lo habían agarrado, y que por mi bien iba a decir lo que ellos querían oír, prendieron una grabadora, me sentaron, en eso sentí que me amarraron un alambre en el dedo gordo del pie derecho y a mojarme más, me preguntaban que si yo le había escrito una carta a Cesar, que ellos la tenían, que Cesar ya había hablado todo puesto que lo amenazaron con el Ruso, que ahí fue cuando ya no aguanto, y que Jacobo también había hablado, que más me valía a mi también hablar y decir que habíamos sido nosotros los que secuestramos y matamos a Hugo Alberto,.

Empezaron a golpearme y ahogarme con el agua otra vez, yo les pedía que ya por favor que iba a hacer lo que ellos quisieran, pero que por favor pararan; todos ellos me sentaban y luego de nuevo me acostaban y volvían a ahogarme y sentarme, lo repetían una y otra vez, yo ya no podía hablar de que me estaba ahogando, me dejaron sentada y me dieron toques en los pies, les grite que ya por favor, que que tenía que hacer, me dijeron tenía que decir que llevamos a Hugo al departamento de Perugino, y de ahí lo matamos y sacamos las bolsas con su cuerpo, y manejamos en mi coche hasta botarlas; apagaban y prendían la grabadora, ya que yo repetía lo que decían que lo dejamos en un acueducto y unas maletas en un terreno, me dijo uno de ellos "que mas me valía no ir de nuevo a hacer mis pinches desmadres de Derechos Humanos", que me diera cuenta del poder que tenían para ir hasta ese lugar y entrar hasta ahí, que tenían mucho poder, que me había metido con la persona que no debía y que eso me pasa por molestar a la Señora y a su esposo y su familia, que no tenían nada que ver, que ellos sabían perfectamente en donde está mi hermano, que mi mamá está muy enferma por mis mamadas y que ellos eran los siguientes, que así como estaba yo así me iban a traer fotos de ella hasta que aceptara todo.

Yo empece a llorar más les dijé que por favor ella no tenía pero que no les hicieran nada a mi familia, me decían de las fotos que había tomado y me grababan y me decían de nuevo que dijera que tome las fotos y que fuimos a tirar el cuerpo, después de todos los golpes y mentadas de madre, me dijo uno « ahora fijate qué poder tenemos y vamos a seguir hasta que hagas lo que te decimos, aqui vamos a estar toda la semana, vas a pedir hablar con el Juez y le vas a decir que te arrepientes de todo el mal que haz hecho, y que es cierto todo lo que dijo Hilda
y que aceptaba mi responsabilidad, que le pedía perdón a la Sra. Isabel Miranda y que fuimos a tirar a Hugo al canal en bolsas, que si no lo hacía y le quería echar huevos o le platicara esto que me hicieron a alguién, se iban a ir en contra de mi mamá, que la iban a levantar a torturar y a desaparecerla y asi lo mismo con mi hermano, y de todos modos iban a regresar a verme, yo les dije que mejor me mataran y me dijo « ah eso también te lo van a cumplir pero luego, de hecho vas a ver pronto a Jacobito aqui contigo, bueno no aqui, bien encerrado y si haces todo lo que te decimos, te vamos a regresar a Santa Martha, así de grande es nuestro poder ». 

Empezaron a desatarme y quitarme la cinta canela, regreso uno que gritaba mucho y me dio una cachetada y me dijo "pobre de ti sí le dices esto a alguien, sobre tu puta madre y no estamos jugando, no vas a comentar de esto a nadie", yo les decía que si a todo, que no iba a decir nada, pero que no lastimaran a mi familia, me sentaron se oyó como empezaron a salir y el último me quitó la venda y me dijo que me agachara que pobre de mí si volteaba, se fue y en eso entro la custodia Verónica Chávez Rojas y me pregunto qué había pasado yo empecé a llorar y le dije que por qué me habían dejado sola que se los había pedido, ella dijo que los señores habían dicho que eran mis abogados, y que iban a hablar conmigo y que a ellas las metieron a una camioneta a preguntarles cosas de mí, les grite "que las iba a demandar por prestarse a esto".

Me encerraron de nuevo en el cuarto, estuve ahí hasta aproximadamente las 4:00 a.m., llegó la camioneta del Comandante Santana, me subieron nadie me decía nada, yo casi no podía caminar, me dejaron en la comandancia de nuevo en la "Borracha" de castigo, se encontraba de nuevo la Custodia Eisa Aguilar de encargada, me metieron ahí estuve hasta las 6:00 am del 14 de Oct. me sacaron de ahí y me llevaron a una comandancia del campamento "Bellavista", me pusieron sola en un cuarto, y la orden a los custodios era "que nadie hablara conmigo" y yo no podía salir de ese cuarto.

Cuando llegue, me recibió la Custodia Janet Mijangos Sánchez, ella estuvo una hora aproximadamente yo le comente que necesitaba ir al Doctor, dijo que iba a ver, pero llamo por radio y le dijeron que negativo, yo no podía salir, después como a las 08:00 hrs. a.m. llegó la Custodia Ma. Teresa Velázquez Aviles, cuando llegó me encontró llorando y me preguntó si estaba bien, le dije que no, me dijo que le platicara porque no podía caminar y estaba manchado de sangre el pantalón, le empecé a platicar que tenía miedo porque me habían dicho que no dijera nada, pero luego yo le conté todo, se quedo sorprendida me dijo que me tranquilizara. que ella iba a tratar de ayudarme para que me llevaran al hospital, .como al medio día llegó el guardia Medardo Alegría Muñoz, me vio y me dijo si estaba bien, que el era el encargado del campamento, a él yo ya lo había visto antes, me pregunto que estaba haciendo ahl?, le conté que me sentía mal que por favor me llevara al Doctor y le  pregunto a la Custodia si me había revisado cuando llegue si tenía golpes o algo, , ella dijo que no y el oficial Medardo le dijo que entrara y que la oficial me iba a revisar por si tenía algún golpe lo apuntara porque él no se iba a aventar la bronca de las tonterías que andan haciendo esta gente; 

Cuando me revisó tenía un moretón un golpe a la altura de la cadera del lado derecho, no sé si lo apunto o no, pedi ir al Doctor, pero cada que hablaba el Custodio, solamente le decían que ellos le decían cuando, que le avisaban. Asi estuve hasta el viernes 15 de octubre 2010, me trasladaron a Juridico con la custodia Mónica Limas Martinez y Medardo Alegría, me meten a hablar con la Directora Ma. Teresa Avoites, le comento que me habían golpeado y que necesitaba ir al doctor y me responde que después, que yo estaba ahi para otra cosa, para que dijera lo de las pastillas, para ver cuánto tiempo estaba iba a estar castigada por el Consejo

le dijé que las pastillas que las pastillas no eran mías, que yo acababa de llegar a la Isla, no tendría como haberlas conseguido ; le dije de nuevo « que me habían golpeado », ella sin hacer ni un gesto me pregunto que quién, le dije que no sabía, que estaban encapuchados, pero vi que no estaba impresionada con lo que estaba diciendo, le dijé que mejor lo olvidaba, me pare y le dije « solamente quiero hacer una llamada y hablar con Derechos Humanos », ella me contesto que estaba castigada y que no podía hacer ninguna llamada hasta que me dijeran cuanto tiempo voy a estar castigada y se acabe mi castigo.

Fue hasta el 16 de Octubre, sábado en la noche, que después de insistirle al oficial que me sentía muy mal me llevo a Urgencias donde me detectaron un absceso en un seno por los golpes y no pude explicarle a la Dra. que había pasado, puesto que entre con la custodia Mónica y me dijo que "no podía hablar con nadie". 

Ha sido así como me han tenido aislada, casi después de un mes me dejaron hablar por teléfono, no me querían devolver mi agenda de teléfonos, hasta hace poco y solamente me dejaron copiar unos números y se la volvieron a llevar, y después me pidieron copia de esos números. 

He estado segregada de las mujeres, la orden sigue de no tener contacto con nadie, no puedo hablar ni con las Custodias que me cuidan, que no salga de donde estoy ni con nadie y ahora el pretexto que me dicen es que soy "procesada" y no puedo estar con las demás. 

Han sido demasiado los atropellos sufridos hacia mi persona, no me han dejado ir al Ministerio Publico, entre otras cosas, no me dejan comprar en la tienda, todo lo tengo que hacer por medio de Trabajo Social que viene muy esporádicamente. 

Todo lo anterior ratifico que es verdad y pido ayuda a todas las instancias ya que temo por mi vida y la de mi familia si no me echo la culpa, y aunque lo hiciera sé que me van a hacer algo, ¡por favor ayúdenme!. 

Atentamente : Brenda Quevedo Cruz 


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Por otro lado transcribo parte de otra carta que acaba de llegar y que escribió Brenda Quevedo Cruz a su padre, fechada el día 3 de enero del 2011, p.ara que se den cuenta en las condiciones en qué continua recluida en el Complejo Penal federal Islas Marias, como PROCESADA: 

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Hola papá: 

Antes que nada ¿Cómo estás? Espero que te encuentres bien de salud de fe y ánimos ante toda esta situación de adversidad por la que estamos pasando. 

Yo por mi parte que te puedo decir?, la verdad estoy un poco triste por no decir de más, por todo lo que estoy viviendo, sé que estarla mal decirle que hay días que siento que todo esto va de mal en peor, que no le veo ya la salida que siento que la soledad me invade y estos monstruos me persiguen, que no es posible quitármelos de encima, tanta injusticia como sabes ya por todo lo que estoy pasando incomunicada casi de todo el mundo, la verdad se me está haciendo tan difícil que no logro entender por qué pasa todo lo que pasa. 

He tratado de ser lo más fuerte que puedo pero es demasiado para mí, me tratan como si fuera de la peor escoria, tu sabes que no lo soy, porque Dios permite tantas cosas, le pido tanto en mis oraciones que se acabe pronto todo esto, papá no le veo el final, me duele mucho porque sé que también ustedes están sufriendo tanto, que se hace: esperar? Rezar?, seguir luchando en contra de alguien casi invencible que corrompe la justica y es peor ponérsele en contra? Por favor aconséjame que hacer ayúdame. 

Me tienen en un lugar aislada de todo y de todos, no puedo hablar con nadie, ni con las mismas internas estoy a parte de todos, la orden es que nadie me hable. 

He ido a que me notifiquen lo de los amparos, para decirme que están mal hechos, que no proceden por no tener algún dato o por detalles ya sabrás, el último que me notificaron fue que el Comisionado y las autoridades que estoy poniendo para denunciar los actos, respondieron "que no existieron tales y que simplemente ya se sobresee". 

No puedo ni comunicárselos inmediatamente ya que como sabes dan 3 días para responder y ni cómo hacerlo, todo lo están haciendo a propósito, acá no me dejan ni siquiera hablar con un Defensor Público, nada, con trabajos me dejan ir al hospital y eso cuando quieren. 

Por favor platícame si es que existe alguna forma de hacer que me cambien de este lugar, todo mundo me dice que yo no debería de estar aquí porque estoy procesada, obviamente como sabemos me pone en desventaja legal para defenderme, no hay nada que podamos hacer para moverme para allá otra vez, o ya me voy a quedar acá? 

Escríbanme por favor con todos Ios detalles del caso o que es lo que puedo hacer; o si lo mejor ya hacer lo que me dijeron que hiciera, pedir hablar con el juez y aceptar todo lo que quieren que diga para que me dejen en paz.

Ya me van a sentenciar así, o voy a tener careos o algo, no sé nada, me siento fuera de todo, no sé qué hacer que sigue, si me pudieran mandar algo con relación a todo esto, por favor no sé nada, me estoy desesperando mucho, quiero despertar cada día esperando que se acabe para que pase otro a ver si se alguna noticia, "no tengo ninguna actividad, no me dejan salir a nada", en lo del Amparo, ponen las copias de las veces que he hablado por teléfono y las cartas que he mandado para demostrar que no me tienen "incomunicada", hay veces que en el lugar donde estoy no tienen a nadie alrededor más que la custodia que me cuida, y hasta se les olvida mandarme de comer, lo bueno que hay que comer cereal o galletas. 

Brenda 

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Que hacer? como lo dice mi hija?, SI SIMPLEMENTE NADIE HACE NADA, iNO LES INTERESA!, LO UNICO QUE HAN HECHO ES DARLE UN PREMIO DE DERECHOS HUMANOS A LA SENORA ISABEL MIRANDA TORRES, y seguir archivando nuestros comunicados.

Acabo de recibir la carta donde narra su tortura mi hija, y no hay palabras para describir el dolor, indignación, impotencia, frustración, etc., al leer todo lo que le hicieron y ver que ustedes que se dicen ver por los derechos humanos en México, simplemente no han movido ni un dedo, ¡mi hija pudo haber muerto en ese lugar!, y es una burla ver en las condiciones en que la siguen teniendo esas gentes llamadas "autoridades" y que sigue peligrando su vida. 

Esperando que en esta ocasión nos presten atención, por lo cual me permito solicitar como MEDIDA CAUTELAR, acudan urgentemente a ver en que condiciones de vida tienen en ese lugar a mi hija Brenda Quevedo Cruz, por lo que quedo a sus órdenes para cualquier aclaración o duda sobre este asunto tan delicado. 

Atentamente

Pasiana Enriqueta Cruz Gómez 

Adjunto: Copias de cartas escritas en puño y letra, por Brenda Quevedo Cruz. 


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Carta enviada a sus padres unos dias después de la tortura que sufrió (2 primeras páginas)







Entrevista a mi mamá por El Toque

https://drive.google.com/file/d/0B5jbmZQ_MRCxNUdPVVZsRHMybU0/edit?usp=sharing


Carta a Brenda 

(recibida el 22 de Enero 2015 en carcelesdemujeres.wordpress.com)



Mi verdugo


Meses mas tarde, Brenda reconoció a Osvaldo Jimenez Juarez como uno de sus verdugos.








MIRANDA DE WALLACE NEGOCIA "EN LO OSCURITO"


Articulo Proceso : Las Mazmorras del sexenio pasado.

Las mazmorras del sexenio pasado

Brenda Quevedo Cruz, una de las personas acusadas por Isabel Miranda de Wallace del secuestro y asesinato de su hijo, Hugo Alberto Wallace, fue torturada en 2010, cuando estaba presa en el penal de las Islas Marías y, por lo tanto, bajo la custodia de la Secretaría de Seguridad Pública encabezada por Genaro García Luna. Un año después la CNDH evaluó a la mujer y, de acuerdo con los parámetros del Protocolo de Estambul, concluyó que había padecido castigos crueles, inhumanos y degradantes, un informe que la propia CNDH ocultó. Pero el historial de García Luna y su gente durante el sexenio pasado abarca otros casos de abuso de autoridad, maltrato y tortura.

MÉXICO, D.F. (Proceso).- El viernes 15 de marzo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) interpuso ante la Procuraduría General de la República una denuncia penal contra Genaro García Luna y otros exfuncionarios de la desaparecida Agencia Federal de Investigación (AFI) por las violaciones a los derechos humanos de la francesa Florence Cassez.
Pero el caso de Cassez es sólo uno en el historial de García Luna. Bajo su mando, la AFI y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal violaron de manera constante los derechos humanos. Han comenzado a documentarse abusos de autoridad y torturas en algunos complejos penitenciarios administrados por la SSP durante el sexenio pasado. Algunos ya están siendo investigados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Proceso tiene copia del resultado de la evaluación realizada a Brenda Quevedo Cruz –acusada del presunto secuestro y asesinato de Hugo Alberto Wallace– bajo los términos del Protocolo de Estambul (Manual de Investigación y Documentación Efectiva sobre Tortura, Castigos y Tratamientos Crueles, Inhumanos o Degradantes).­
El resultado –hasta ahora inédito– de la evaluación hecha por la CNDH en 2011 prueba que Brenda Quevedo fue brutalmente torturada en el complejo penal federal de las Islas Marías estando bajo custodia de la SSP.

Otro caso: en febrero de 2012 la familia de Javier Herrera Valles, excomisionado de la Policía Federal, principal crítico de la gestión de García Luna y quien fue encarcelado con base en testimonios falsos, presentó una queja ante la CNDH por la golpiza que asegura sufrió, meses antes de ser puesto en libertad, en el penal de máxima seguridad de Tepic, Nayarit, también bajo custodia de la SSP.

Aún más: Proceso recabó declaraciones de familiares de presos del Centro Federal de Readaptación Social número 3, Noreste, localizado en Matamoros, Tamaulipas, quienes se quejan de trato inhumano, vejaciones y abusos sexuales de custodios y comandantes contra presos durante el sexenio anterior (el penal de las Islas Marías, otras cuatro cárceles federales y un centro federal de rehabilitación psicosocial estaban bajo la administración, custodia y operación del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, que dependía de la SSP, encabezada por García Luna).



Brenda Quevedo
En el complejo federal penitenciario de las Islas Marías –donde por ley sólo pueden estar presos los sentenciados–, Brenda Quevedo Cruz, acusada y aún no sentenciada por el presunto secuestro y homicidio de Hugo Alberto Wallace, estaba apartada del resto de la población femenil en un área conocida como La Borracha.
La madrugada del 13 de octubre de 2010 el comandante de custodios Javier Jiménez Santana y las custodias Verónica Chávez Rojas y Eneyda Pérez sacaron a Quevedo de La Borracha y la subieron a una camioneta.
El vehículo avanzó por una carretera que bordea la isla María Madre (la mayor del archipiélago y que alberga la prisión), según consta en la declaración hecha por Brenda el 30 de junio de 2011 en el consultorio del Centro Femenil Noroeste, en Tepic, durante la evaluación aplicada por la visitadora adjunta adscrita a la Tercera Visitaduría General de la CNDH.

Fue ese día cuando la CNDH pudo entrevistar directamente a Quevedo y escuchar su denuncia. Ahí se corroboró la tortura de la que fue víctima la joven, cuando la SSP, con García Luna como titular, era responsable de la administración y manejo del centro penitenciario. La directora del anexo femenil del penal de las Islas Marías era María Teresa López Aboites.

Brenda, expareja de Jacobo Tagle, fue extraditada de Estados Unidos el 26 de septiembre de 2009 acusada del secuestro y homicidio de Hugo Alberto Wallace, quien según su madre, Isabel Miranda de Wallace, ocurrió el 11 de julio de 2005. Miranda de Wallace acusa a Quevedo, Tagle, César Freyre, Juana Hilda González y a los hermanos Tony y Alberto Castillo de haber hecho desaparecer a su hijo.
–¿A dónde me llevan? –preguntó Brenda.
–No tienes derecho a decir nada, sabes que estás en un caso muy fuerte y unas personas quieren hablar contigo.
–No me dejen sola…
–Nadie va a tocarte 
–dijo Jiménez Santana. Esa promesa no la cumplió.
La dejaron sola en una casa en obra negra donde había muchas ratas. La metieron a un cuarto pequeño donde no había muebles, sólo una cobija en el suelo. La puerta no tenía cerradura.­
Hacia la una de la tarde del 14 de octubre de 2010 llegó al lugar una camioneta de la que bajaron cinco o seis hombres encapuchados con pantalones de mezclilla y camisas blancas.
–¡Chingaste a tu madre otra vez!, ¡creíste que no nos volverías a ver! –gritó uno de ellos al entrar al cuartito.
Le vendaron los ojos, la envolvieron con una cobija a la altura del torso y la ataron con cinta para inmovilizarla. La tiraron al piso boca arriba, le quitaron los zapatos y las calcetas y le pusieron en el dedo gordo de un pie un alambre. Le echaron agua en la cara; sin poder moverse Quevedo sentía que se ahogaba. También mojaron la cobija.
–¡Ahora sí pides perdón, perra! Vamos a hacerte respetar a la gente –le dijo uno de los hombres.
La golpearon con los codos en el pecho, le pegaron en las orejas y la amenazaron con dañar a su madre, la señora Enriqueta Cruz, y a su hermano.
–Te crees edecán pero eres una prostituta. Un perro vale más que tú –la insultaban.­
Uno de los hombres le bajó el pantalón, le separó las piernas y le metió el puño en la vagina. Lo hizo varias veces.
–¿Qué se siente? –le preguntaba mientras repetía la acción.
Después le dieron toques eléctricos con el alambre que le pusieron en el pie.
–Vas a sentir como que te vas quemando poco a poco –le dijo uno de ellos.
El propósito de la tortura era obligarla a confesar que había participado en el secuestro y homicidio de Hugo Alberto Wallace. La madre de éste, María Isabel Miranda, excandidata del PAN a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, era muy cercana al entonces presidente Felipe Calderón y al titular de la SSP, Genaro García Luna. Quevedo no confesó y en todo el proceso se ha declarado inocente de los cargos que se le imputan.
La tortura duró cerca de tres horas. Después los encapuchados la desataron y se fueron. Brenda Quevedo se quedó hasta la madrugada del 15 de octubre en esa casa. Al amanecer de ese día Jiménez Santana fue por ella y la llevó de regreso a La Borracha.
Ningún médico certificó el estado de salud de Brenda Quevedo pese a que estaba visiblemente lastimada, tenía sangrado vaginal y un absceso en el seno derecho. Estuvo incomunicada de su familia durante un mes, hasta que finalmente pudo hablar con su madre, Enriqueta Cruz, quien recurrió a la CNDH. Brenda actualmente está recluida en el penal federal de Tepic.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1900, ya en circulación)


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